Una exposición correcta al sol estimula la producción de vitamina D y aporta importantes beneficios psicofísicos relacionados con el estilo de vida del verano: más movimiento, vida al aire libre, relajación y gana de compartir.
Lo importante es seguir unas pocas pero fundamentales reglas
que protegen contra riesgos más o menos graves relacionados con la exposición a los rayos UVA y UVB.